D.E.P.
ADOPTADO
Karo/Bilbo
Sexo: Macho
Edad: Abuelito
Fecha de nacimiento: 17/06/2010
Tamaño: Pequeño (6-14 kg)
Castrado: SI
Compatible con: perros, niños y adultos
Sobre Karo/Bilbo
Hace 14 años llevaba un año viviendo en mi nueva casa cuando mi marido quiso darme la sorpresa de regalarme un perro sabiendo de mi amor a ellos y que echaba de menos a Buddy y a Sugus, otros perros que había adoptado pero que en realidad eran de mi padre, aunque me los llevaba a mi casa todos los fines de semana. A través de una más que conocida que para entonces trabajaba con ascan y creo que con alba también, llamada Luisa, que vive cerca de mi, nos puso en contacto con una chica llamada Mónica que trabajaba o era voluntaria de vuestra protectora, y allá que fuimos. Estaban en una casa de acogida, en un chalet en Majadahonda. Ni tiene que decir que yo no había visto ni foto de él. Me dijeron que venían de Jerez de la Frontera. Recuerdo que había más perros correteando por la parcela, todos eran más grandes menos ellos dos.. Me dijo Mónica que eran hermanos, uno era marrón con pelito y el otro era negrito. Mi marido había ido con la intención de coger al marroncito, al que la protectora le había puesto el nombre de Karo, y el negrito no tenía nombre aún. Lo que me llamó muchísimo la atención es que Karo jugaba con todos, acababan de aprender a excavar, pero el negrito solo perseguía a Karo, con ningún perro más. Me encantó Karo, pero sentí un "flechazo" con el negrito. Recuerdo llevarme a Karo, y cuando llegué a la primera rotonda de Alcalá de henares convencí a mi marido y nos dimos la vuelta y volvimos a esa casa. Recuerdo que por un momento Mónica creyó que lo traía de vuelta. Le pedí por favor que también me quería llevar al negrito. Se puso muy contenta, y yo muchísimo.
A Karo le puse el nombre de Bilbo, y al otro Duncan.
Durante casi 14 años hemos vivido muchas cosas. Ellos siempre estuvieron muy unidos, han sido muy buenos, tengo anécdotas para dar y tomar.. Vivo al lado del campo, los sustos que me daban cuando los soltaba y se me escapaban a los cerros, como iba buscándoles de cerro en cerro, como imaginaba reñirles y cuando les encontraba sólo sabía abrazarlos y besarlos. Miles de anécdotas si. Ellos han estado conmigo siempre, en mis embarazos, en situaciones difíciles, en situaciones también felices, en mis pérdidas, en un largo etc porque han sido casi catorce años aunque para mi ha sido un periodo de tiempo ínfimo la verdad.
En marzo Duncan de repente empezó a gritar, nunca lo había hecho. Tuve la gran suerte que jamás se pusieron enfermos de nada. Le llevé al veterinario muy asustada. Esto ya es demasiado largo y doloroso así que resumiré. Le hice un tac y resultó tener una hernia discal que le pinzaba el nervio. Me dijeron que la mejor solución era operarle ya que el tratamiento no le sentaba bien, rechazaba los antiinflamatorios. Tenía muy buenas expectativas ya que si le operaba era por episodios de dolor, porque no existía el peligro de quedarse paralítico. Si entraba andando salía andando. Así que ahorré para operarle y cuando le llevé para hacerlo no se pudo porque tenía de repente 400 de azúcar y era peligroso para la anestesia. Más pruebas, porque un mes antes no tenía absolutamente nada de azúcar. Todos los martes y viernes iba a la clínica porque era cuando coincidía medicina interna con neurología y me lo miraban los dos. Tuve que comenzar a pincharle insulina, a pesarle la comida.. Pobre mio, con lo que le encantaba comer. A todo esto tenía semanas muy buenas en los que seguía corriendo por el campo con su hermano, y otros días duros en que no se levantaba del sofá. Deciros que siempre durmieron conmigo en la cama hasta que empezó a tener dolores y empezamos a dormir juntos en el sofá para que no subiera escaleras, yo no lo quería subir en brazos porque me daba miedo que en mitad de la noche se cayera y se hiciera más daño.. Mientras yo notaba a Bilbo triste.
Pero sólo triste, me refiero que no tenía síntoma de nada más.Aunque no lo creáis estoy resumiendo muchísimo.
De repente Duncan dió en tres días un bajón importante. Aquí comienza el resumen porque es muy duro escribir todo esto. El caso es que al final se me fue, me dijo el veterinario que se me estaba yendo. Había perdido mucho peso en poco tiempo y tenía mucha atrofia muscular, y más cosas que no quiero recordar. Así que el 5 de junio se me fue mientras yo le abrazaba. Esa noche mis hijos, Alba, Iker y Bilbo "dormimos' juntos, por primera vez Bilbo y yo sin él. Al día siguiente por la noche Bilbo empezó de repente a convulsionar sin parar, y a gritar también. Me lo llevé corriendo a la clínica de urgencia en un camino que se me hizo eterno mientras el seguía convulsionando y gritando. Allí se quedó en estado de shock. Le hicieron pruebas que le salieron bien menos la analítica, donde también le salió el azúcar súper alta y problemas de riñón que nunca habían dado cara. Y esa madrugada también le perdí a él. Siempre supe que el día que uno se me fuera el otro no tardaría, pero jamás imaginé que sería un día de diferencia. Todo esto es muy duro, yo he luchado muchísimo por ellos. Siento haberme explayado tanto, ni siquiera puedo aún hablar de mis primogénitos como yo los llamaba, y mientras he escrito esto no he parado de llorar.