Jaro, cruce de labrador y Pastor Alemán, pertenece a una gran manada, pero su papá humano está muy malito, con entradas, salidas y largas estancias en el hospital, lo que hace imposible se pueda hacer cargo de ellos como antes. Ante esa imposibilidad de atenderles, sabe que lo mejor para ellos es buscar u nuevo hogar, una nueva familia. Es muy tranquilo, solo le puede el ansia a la hora de comer. Es muy casero, pero necesita espacio. Le gusta pasear. Nos ayudas a ayudarle? Si no puedes adoptar, acoge temporalmente. PD/CC