A Gominola y su hermano Regaliz los encontraron en pésimas condiciones y encerrados en una casa de aperos de un pueblo del Levante. Era tal su estado que no pensaban que fueran a sobrevivir, en particular Gominola, por ser más débil que él. Su desnutrición la impidió que desarrollara correctamente la musculatura de sus patas delanteras pero una buena alimentación y cuidados han hecho el milagro y ahora sólo necesita seguir realizando unos ejercicios específicos para estos casos (es posible que ya no tenga que ponerse las férulas). Es una perrita algo tímida (después de lo vivido...) pero muy dulce y cariñosa y ya se está soltando y aprendiendo a jugar y relacionarse. Adopta a Gominola y sabrás lo que es tener una estupenda compañera de por vida. Es muy miedosa y timida. Lo/M