Larry es un superviviente, fue el único de sus herman@s que sobrevivió a un embarazo/parto de una mamá, que no tenía suficiente alimento ni siquiera para ella. Quizás es por eso que tiene tantas ganas de vivir, y ni siquiera su patita mala y hacer los ejercicios (que le duelen bastante) 2 veces al día, son capaces de evitar que esté cada día más contento. Es super juguetón, le gustan otros perros y siempre está pidiendo que nuestro perro juegue con él. A él le encanta salir a la calle y, aunque tiene una pata especial que aún no está curada del todo, corre como un galgo... o por lo menos casi. Él está muy acostumbrado a andar aunque la pata de atrás aún no la usa mucho. Se rasca con ella y la usa siempre que va galopando, pero esperamos que en el futuro la va a usar más, cuando sus músculos crezcan. La familia que vaya a decidir amar a este chiquillo para el resto de su vida, tiene que estar dispuesta a seguir haciendo los ejercicios con su pata y a salir mucho con él. Para nosotros es un perro muy especial. Y, como os podéis imaginar, nos cuesta un montón darlo a su familia definitiva. Quien se vaya a quedar con él, va a tener siempre cariño y amor por aparte de su perro.